5 de febrero de 2023. El proceso más grande de reordenamiento en la capital, contemplada en la Fase 3 del Plan de Revitalización del Centro Histórico, ha permitido que 84 edificios con alto valor cultural resurjan luego que miles de comerciantes por cuenta propia desmontaran en los últimos días los puestos de venta instalados por años en 68 cuadras próximas al predio exBiblioteca.
“Con esta movilización voluntaria estamos logrando el 80% de rescate del corazón de El Salvador y estamos recuperando más de 83 edificaciones históricas. Continuamos con el legado que nos dejó el Presidente Nayib Bukele”, expresó el alcalde Mario Durán.
La comuna ha identificado los inmuebles que forman parte del patrimonio histórico de la capital, entre ellos: la Iglesia y edificio El Rosario, Centro Pastoral Bartolomé de las Casas, edificio Fray Martín de Porres, excine Libertad, casa del Pbro. José Matías Delgado, plaza al Indio Atlacatl, edificio José Gadala María, Café Bella Nápoles, antigua Lotería Nacional, edificio Pompeya, parque y sitio histórico “Iglesia San José” y la antigua casa del expresidente Alfonso Quiñónez Molina.
La construcción de algunos de estos edificios ocurrió entre los años 1918 y 2012, y estuvo a cargo de reconocidos diseñadores, artistas, escultores y arquitectos como Rubén Martínez, Julio Castro, Irene Crisostomo, Joaquín Serrano, Augusto Baratta, Alirio Cornejo, Ernesto de Sola y Marcos Letona.
Los inmuebles históricos se ubican en la calle Delgado, desde la 4a avenida Norte (cerca del Teatro Nacional) hasta la 18 avenida norte (a un costado del Mercado Tinetti), y desde la 2a calle oriente (frente a la plaza Libertad) hasta la alameda Juan Pablo II. También se incluye la 6a, 8a y 10a avenida, además de la 1a y 3a calle oriente.
Mientras concluye la movilización voluntaria de vendedores y su próxima reubicación en el mercado Tinetti, la municipalidad trabaja desde la Secretaría de Cultura y de la oficina de Revitalización del Centro Histórico en documentar la condición y uso de cada edificio identificado.
La actual fase de reordenamiento permitirá que el corazón de El Salvador se convierta en un ancla para el turismo y la inversión.
